sábado, 22 de septiembre de 2012

Mediocre el hombre que de envidia vive, escalar la gloria ajena sin palparla, anatema a la que amarrada su vida miserable se encuentra, bofetadas de mofa han recibido sus asolados egos.
El hombre a nacido para vivir, no para vivir de otro hombre. Por qué la envidia si el arte universal dota la naturaleza de poesía, y esta misma se desnuda ante los ojos del artista, esperando ser amada y plasmada en los espacios del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario